El semanario Búsqueda informa en su edición de hoy que el Ministerio de Educación y Cultura presentó una denuncia penal contra el Decano de la Facultad de Humanidades, acusándolo de varias irregularidades que se habrían cometido en la última edición de los Premios Nacionales de Literatura.

         El Ministro de Educación, Dr. Jorge Da Silveira, se negó a homologar el fallo de la categoría “Ensayos sobre Ciencias de la Educación”, porque observó que la obra propuesta para el premio tenía como coordinador y coautor al Decano de la Facultad de Humanidades, el cual no debería haber concursado por cuanto, por el cargo que inviste, participó en el trámite del propio concurso y las bases, lógicamente, le  prohibían competir.

         El Ministerio de Educación y Cultura –según la indicada fuente de Búsqueda- reprocha al Decano de la Facultad de Humanidades haber declarado bajo juramento no estar comprendido en las inhibiciones, en circunstancias en que estaría derechamente inhibido, por lo cual podría alcanzarlo el artículo 239 del Código Penal, que castiga con prisión las declaraciones falsas.

         Formulada la denuncia ante la Fiscalía General de la Nación, ahora se desencadena un procedimiento que seguramente va a insumir semanas y meses. El resultado es hoy imposible de pronosticar y el tema quedará en el limbo por tiempo impredecible. ¡Pero hay algo que ya es seguro e ilevantable: la situación es deplorable y no merece resbalarnos como una noticia más, como una disputa entre intelectuales o como un episodio con matices políticos!

         El Ministerio de Educación y Cultura cumplió su deber al efectuar la denuncia: todo funcionario público –Ministros incluidos- está obligados a denunciar los hechos con apariencia delictiva que llegan a su conocimiento por razón de sus funciones. Si no lo hace, incurre en el delito de Omisión de denuncia, artículo 177 del Código Penal. Por tanto, hay que celebrar que la Secretaría de Estado haya cumplido su deber de denunciar.

         Pero al mismo tiempo hay que deplorar que aparezca enturbiado el procedimiento de la máxima autoridad de la Facultad de Humanidades. Carlos Vaz Ferreira –de cuya muerte se cumplieron ayer 65 años- buscó que la Facultad de Humanidades estimulara el amor al conocimiento desinteresado.

         Que semejante proyecto se vea ahora enturbiado por un concurso flechado y que el Ministerio de Educación y Cultura haya debido denunciar penalmente al Decano de la Facultad de Humanidades, nos patentiza una muestra más de cuánto caímos y cuánto debemos luchar por levantarnos, para ser –en todo- el Uruguay que debemos ser..

         Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín. 

Radio Clarín 580 AM – Uruguay · Editorial 4 de enero 2024