Razones que vencen a la muerte
El sábado pasado, 27 de julio, se cumplieron tres años de la muerte del Dr. Enrique Viana Ferreira.
Los hechos de las últimas dos semanas tienen el valor de una parábola que la vida compuso para rendirle homenaje. En esa parábola los hechos enaltecieron los principios que Viana defendió con ardor y brillo, tanto cuando fue Fiscal como cuando ejerció la abogacía.
El Dr. Viana Ferreira fue uno de los Magistrados que renunciaron a su cargo y a su carrera en el Ministerio Público y en el Poder Judicial, por rechazar el Código del Proceso Penal que entró en vigencia el 1º de noviembre de 2017.
Viana fustigó que se instalaran procesos abreviados donde el fiscal negocia con la defensa, rebaja las penas que establece la ley y hasta alivia las imputaciones, con lo cual las tipificaciones y los castigos dejan de tener la precisión propia del Derecho Penal y dejan de imponerse con la objetividad del orden público, puesto que se convierten en mercadería que se transa.
Lo que hemos vivido en los últimos quince días le ha dado a Enrique Viana toda la razón. Como se sabe, la falsificación de horas extra en la Intendencia de Artigas desembocó en una condena al Intendente Pablo Caram de 14 meses de prisión y a la ex diputada Valentina Dos Santos de 6 meses de prisión, pero en ambos casos sin efectivizar la prisión, que en se sustituyó por trabajos comunitarios, a razón de un par de veces por semana.
El fraude en la Intendencia de Artigas le costó al erario ocho millones de dólares, cifra que se publicitó y nadie desmintió. Por tanto, para poder castigar apenas con imperceptibles trabajos comunitarios fue necesario aliviar la imputación, y efectivamente, se la rebajó de autoría en fraude a simple “omisión de denuncia” y de coautoría a mera “usurpación de funciones”.
Ni las imputaciones ni las penas guardan proporción alguna con los actos reprochados ni con los castigos del Código Penal para esos actos ni con el reclamo de justicia que nos nace ante los delitos.
Por fidelidad a los sentimientos de justicia y a los principios de derecho, el Enrique Viana Ferreira renunció a la Fiscalía Nacional que por décadas ejerció con brillo.
Por fidelidad a esos sentimientos y a esos principios, cayó muerto mientras trajinaba como abogado; pero tuvo tanta razón en lo que defendió como hombre de Derecho, que la luz de sus enfoques vence a su muerte.
Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.