Pablo Romero García es un pensador que se expresa en distintos medios de comunicación, con una personalidad filosófica definida a partir de su condición de distinguido docente de nuestra Enseñanza Secundaria. En un reciente reportaje en YouTube, puso a la vista el avance del narcotráfico sobre nuestros modos de vivir, hasta el punto de evidenciar que la prédica de los narcos “cala fuerte en los chiquilines”. Estamos acostumbrados a darle mucho valor a las noticias policiales, con allanamientos, heridos y muertes, y no tenemos la costumbre de detectar la gravedad de lo que dice un profesor de filosofía o de historia o literatura. Parecería que para el Uruguay fuera normal escuchar a los docentes como si fueran sólo teorizadores; y eso hace que nos pase inadvertida la trascendencia de lo que muestran y lo que discurren. Es hora de sacudir esa modorra y las reflexiones de Pablo Romero García deben obrar como un excelente despertador de las conciencias. Desde el aula liceal convertida en atalaya de almas, el Profesor Romero recoge, y procesa en conceptos, la formación de una idealización del narcotraficante, que pasa por encima de todo lo trágico y todo lo despreciable de las vidas dedicadas al delito nacional e internacional. La glorificación de lo material lleva a que se forme realmente una “narcocultura”, que en realidad es una anticultura ya que exalta el mal y considera normal asaltar y matar. Para enfrentar ese envenenamiento mental no bastan los procedimientos policiales ni las penas dispuestas por la Justicia. Hace falta un mensaje claro y firme, empeñado en educar a todo el Uruguay en valores tan elevados como comunes. En definitiva, hace falta restituir a la educación y la cultura su estructura interna y su lugar en el conjunto social. Esa debe ser la respuesta a la denuncia de que el narcotráfico está haciendo escuela, con seguidores que buscan plata fácil. El Uruguay fue muy grande cuando al costado de los grandes conductores había grandes pensadores que incitaban a pensar. Volveremos a ser un gran país cuando nos demos cuenta qué útil y qué práctico es sembrar amor al prójimo en el alma colectiva, sin cruzarnos de brazos ante el avance de pandemias miserables, como la narcocultura. Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.