La ley 16.764 declaró el 24 de agosto como el «Día del Payador», en homenaje a Bartolomé Hidalgo, el primer poeta gauchesco de la Patria, que nació en Montevideo el 24 de agosto de 1788.

          De Hidalgo es el Cielito de la Independencia, en cuyas estrofas resuenan los sacrificios y la inspiración de la libertad y la fraternidad, en estrofas con mensaje para  “Cielo, cielito, cantemos // que en el cielo está la paz, // y el que la busque en discordia // jamás la podrá encontrar. // El cielito de la Patria // hemos de cantar, paisanos, // porque cantando el cielito // se inflama nuestro entusiasmo. // Cielito, cielo y más cielo, // cielito del corazón, // que el cielo nos da la paz, //y el cielo nos da la Unión.”

          Es justicia que a Hidalgo se lo venere como el primer poeta de la Patria y es justicia que el 24 de agosto  que lo vio nacer –hace hoy 236 años- fije la fecha del Día del Payador, declarado por ley que firmaron los grandes servidores públicos que fueron Hugo Batalla como Presidente en ejercicio y Samuel Lichtenstein como Ministro de Educación y Cultura.

          El payador nacional es portador de la tradición creadora del alma poética que le da ritmo y fuerza a la nación toda, porque palpita en lo íntimo de cada persona que aprende a oír y oírse, a reflexionar con el otro y a dialogar consigo misma.

          En la exigencia de la rima y en la libertad de su verbo, el payador enseña a pensar y a decir lo que se piensa. Historiador que improvisa, músico de las palabras, el payador es el trovero que en ruedos, jineteadas y escenarios musicales con su guitarra improvisa versos y genera la luz del contrapunto.

          La fuerza de las modas y de los circuitos internacionales han dejado muchas veces al payador en cono de sombra, pero ninguna moda ha vencido al payador, hermano mayor del poeta y la murga, del cantor y el comediante, del pensador y el filósofo.

          Esta noche en la Sala Zitarrosa, los payadores de hoy celebrarán su Día. Allí estarán las voces y los desvelos de figuras consulares que ya partieron. Estará también la guía cariñosa de Emilio Riverón, que a mediados del siglo pasado puso en valor a los payadores uruguayos en la Gran Cruzada Gaucha que hizo época en la radio y los escenarios de las dos márgenes del Río de la Plata.

          Saludamos emocionados a esa tradición, porque integra los valores nacionales.

          Y porque los valores nacionales son los que siente y afirma Radio Clarín.