La muerte de Juan Manuel Izquierdo ha golpeado duramente la conciencia uruguaya,
Se desplomó en la noche del 22 de agosto, en el estadio de Sao Paulo, jugando en el equipo de Nacional que enfrentaba al dueño de casa por la Copa de Libertadores.
Trasladado inmediatamente al Sanatorio Alberto Einstein, su sistema neurológico no se recuperó.
Anoche, 27 de agosto, falleció, rodeado del amor de su familia, del cariño de sus compañeros del Club Nacional de Fútbol y -más allá de camisetas- por el compañerismo de gente de fútbol de todos los clubes y también de gente ajena al balompié que se unió en la fuerza y las oraciones con las que, en el Uruguay liberal, cada uno a su manera le implora a Dios o al Misterio.
Está previsto que hoy lleguen los restos, transportados de Sao Paulo a Montevideo por un avión de la Fuera Aérea, que en este acto va a simbolizar que Juan Manuel Izquierdo regresa a su patria en alas de los sentimientos de todos.
Esos sentimientos palpitan en todos los que, minuto a minuto, ponemos en el aire Radio Clarín. Y es desde la profundidad de esos sentimientos que acompañamos en su dolor a la esposa, a los hijitos y a los deudos de familia y deporte que deja el muchacho que se fue de la vida con sólo 27 años.
El abrupto final de Juan Manuel Izquierdo se integra a la historia del fútbol patrio y también a la historia de nuestra capacidad para unirnos como personas, como hinchas y como pueblo, en una comunidad humana que sólo tiene sentido si –por encima de partidos políticos y camisetas futboleras- se inspira en el amor al prójimo.
Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.