El Presidente de la República, Dr. Luis Alberto Lacalle Pou, asistió ayer a la inauguración del nuevo Laboratorio del Programa en Alimentos y Salud Humana. Fue recibido por el director científico del Programa, el Dr. Rafael Radi –que dejó sello imborrable en nuestro país, por su excelente trabajo en la epidemia de Covid- y por el Profesor Arturo Briva, decano de la Facultad de Medicina, en cuya sede se edificaron los 600 metros del nuevo Laboratorio.
El Programa –apoyado por el Banco Interamericano de Desarrollo, cuyo Presidente Ilan Goldfajn, estuvo también presente- aporta tecnología de avanzada para el trabajo de más de 30 especialistas que, desde diferentes enfoques tienen el propósito de desarrollar ciencia interdisciplinaria para comprender cada vez más la relación entre los alimentos y la salud.
La meta de ese Programa es actualizar el precepto que en la antigua Grecia -cinco siglos antes de Cristo- definió el fundador de la medicina, Hipócrates: “Que tu medicina sea tu alimento, y que tu alimento sea tu medicina.”
El Uruguay avanza y se honra con esa clase de Programas, que lo colocan en el centro de la comunidad científica internacional y le renueva su antiguo culto por la investigación científica.
Lamentablemente, cuando el Presidente Lacalle entró a la Facultad de Medicina para participar de la inauguración, fue abucheado e insultado por un pequeño grupo de funcionarios y estudiantes. Y lamentablemente también, esa grosería de un puñado ocupó más espacio y más atención en los noticieros, que los elevados propósitos del Laboratorio que se inauguró en bien de la salud de todos.
En rigor, la torpeza de los insultos y la dignidad con que los soportó el Presidente de la República deben servir para que pongamos en valor la libertad que garantiza nuestro modo constitucional de vivir.
El valor de esa libertad debemos sentirlo y defenderlo todos, por encima de lo que pensemos y de lo que votemos.
Por eso, repudiamos el agravio y el insulto vengan de donde vengan. Y por eso, reivindicamos los valores positivos del acto que ayer le renovó el futuro a la investigación científica uruguaya y le renovó las credenciales a las garantías constitucionales de nuestra libertad, una libertad que no gozan las naciones que gimen bajo dictaduras que sólo por extravío pueden algunos admirar o proponer como modelos para nuestro Uruguay libre.
Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.