La Policía Judicial de Portugal incautó el viernes 30 de agosto más de 3.600 kilos de cocaína que estaban escondidos en un contenedor que transportaba harina de soja.

Tres ciudadanos portugueses fueron arrestados durante estos procedimientos, que se concretaron en el marco de una operación por la cual unas semanas antes se habían decomisado otros 2.952 kilos de cocaína.

La droga incautada el viernes pasado iba escondida en una carga de harina de soja que salió desde Paraguay, pero el contenedor pasó por nuestro puerto de Montevideo, donde fue escaneado, por lo cual la Dirección de Aduanas y la Fiscalía General de la Nación iniciaron investigaciones.

Las autoridades de Portugal estimaron que la droga decomisada (en total 6,5 toneladas de cocaína) tiene un valor estimado de 195 millones de dólares. Se trata de la mayor incautación realizada este año en ese país.

La Fiscal de Corte, Dra. Mónica Ferrero, ordenó este martes iniciar una investigación sobre estos hechos, que quedará a cargo de la Fiscal de Estupefacientes de 4° Turno, Angelita Romano.

Es obligatorio que el Uruguay investigue, ya que el contenedor salió de Asunción el 3 de junio, estuvo en Montevideo del 11 al 15 de junio, pasó por Francia del 4 al 10 de agosto y llegó a Portugal el 13 de agosto.

Desgraciadamente, el puerto de Montevideo aparece cada pocos meses en el tránsito de drogas hacia Europa, porque los controles internos hasta ahora han sido insuficientes y porque, además, hay uruguayos enzarzados en el deplorable negocio del narcotráfico.

Todos los prestigios que ganamos por nuestra gestión democrática y nuestro respeto a la libertad, están hoy manchados por la repetición de episodios donde el Uruguay aparece involucrado.

Cabe esperar mucho de la indagación que ahora practicará Fiscalía, que en esta materia ya ha tenido éxitos enaltecedores, encarcelando a quienes embarcaban la droga.          

Y cabe esperar que, por encima de partidos, en el futuro inmediato iniciemos una cruzada global contra las drogas, que nos limpie por dentro y nos reivindique por fuera.

De lo contrario, terminaremos bajando la guardia y resignándonos a caer en el lodazal que ya arruinó a varios países hermanos de América. Y eso no es para la conciencia nacional de los uruguayos.

Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.