Ayer se supo que la Suprema Corte de Justicia envió al Parlamento el pedido de desafuero del senador Charles Carrera, que fue formulado por la Fiscal especializada en Delitos Económicos de 2° turno, Silvia Porteiro.

La señora Fiscal entiende haber reunido elementos que demostrarían que cometió un delito de abuso de funciones cuando fue Director General de Secretaría del Ministerio del Interior.

Como se supo tiempo atrás, Charles Carrera dispuso que el ciudadano Víctor Hernández recibiera atención en el Hospital Policial, y además se le entregaran tickets de alimentación, a partir de que –en La Paloma, en noviembre de 2012- una bala perdida lo dejó cuadripléjico. Esa bala habría sido disparada desde una casa vecina, donde varios funcionarios policiales celebraban una fiesta. Y aunque la investigación no identificó culpables, el Director General del Ministerio del Interior buscó apoyar a la víctima, dándole –de forma irregular, pero con su firma-, alimentación y tratamiento a lo largo de más de tres años, lo cual le costó al Estado más de cinco millones de pesos,

La Fiscalía entiende que “Las razones humanitarias que puedan alegarse, por más loables que sean, no son justificativo para eludir el marco regulatorio y de restricciones en sus decisiones con las que cuentan los gobernantes”, por lo cual consideró que Carrera, “en su condición de director general de Secretaría del Ministerio del Interior, se extralimitó ostensiblemente en sus deberes a partir de actos arbitrarios que llevó a cabo durante años”, con lo cual perjudicó a la Administración.

Conocido el pedido de desafuero, ayer mismo el senador Charles Carrera anunció su renuncia a la Cámara Alta.

La decisión merece no sólo respeto sino también solidaridad y apoyo, porque implica sometimiento a la Justicia de un legislador que no quiere ampararse en sus fueros ni busca llevar sus argumentos –que los tiene, y no son deleznables- a un debate que le permita seguir en su poltrona.

El Uruguay necesita recuperar sentimientos normativos fuertes, que le reconstruyan las virtudes cívicas que exige la vida republicana.

Por eso, la renuncia del senador Charles Carrera debe anotarse como un punto alto, que va mucho más allá de quién gane y quién pierda la elección a cumplirse dentro de 31 días.

Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.