La Facultad de Ciencias Sociales acaba de dar a conocer un estudio que revela que las enfermedades vinculadas al tabaquismo significan 17% del gasto total en salud de nuestro país.
Ese estudio –y otros que lo precedieron- impone la necesidad de redoblar la lucha contra el tabaquismo, no sólo para reducir el gasto sanitario que provoca sino para defender la salud de nuestros congéneres de todas las edades.
Para los investigadores, nuestro país “ha alcanzado un nivel óptimo” en la ejecución del Programa Nacional para el Control del Tabaco, logrando implementar desde 2006 espacios públicos y privados 100 % libres de humo, prohibiendo la publicidad del tabaco desde 2014 y disponiendo desde 2019 que el empaquetado de los cigarrillos sea neutro, con presentación única.
La investigación confirma que ha habido “mejoras significativas en los últimos años”: entre 2006 y 2021, los adultos redujeron el consumo de tabaco un 33% y los jóvenes lo redujeron el doble.
Sin embargo, hay grupos que siguieron fumando por encima de esos promedios:: el tabaco sigue haciendo estragos en las mujeres y en los adolescentes y los jóvenes con baja formación cultural.
Y eso es grave, ya que en el año 2020, el 15% del total de muertes anuales se debió al consumo de tabaco: de las 40.000 defunciones anuales, provocó 6.000 –lo cual significó una cifra equivalente al total de defunciones registradas por covid-19 entre los años 2020 y 2021”.
En definitiva, en nuestro país el tabaquismo sigue siendo “la causa más evitable de mortalidad prematura” y –repetimos- las enfermedades asociadas al consumo de tabaco provocan el 17% del gasto en salud.
Desde el año 2005, junto con la asunción presidencial del Dr. Tabaré Vázquez, el Estado desencadenó una política activa contra el tabaquismo. Primero por decreto y después por ley, quedó prohibido generar humo en espacios sin ventilación y se consagró el derecho de todos a respirar el mejor aire posible.
En esos logros –como en tantos otros- el Uruguay supo constituirse en pionero felicitado.
Casi 20 años después, los datos de la Facultad de Ciencias Sociales deben recordarnos que el primer deber de todo pionero es no dormirse en los laureles y no bajar la guardia.
Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.