El Presidente electo, Prof. Yamandú Orsi, comunicó la nómina de Ministros y Subsecretarios con la cual se propone iniciar su gobierno.
El anuncio lo formuló dos meses y medio antes de iniciar su período de gobierno.
Esa anticipación merece apoyo y elogio.
Hubo cambios de gobierno en los cuales la incógnita ministerial se prolongaba hasta un rato antes de que asumiera el nuevo Presidente de la República, que entraba a gobernar asediado por tironeos sectoriales, con alguna incorporación de último momento conseguida por un “sorpasso” inesperado.
Felizmente, en la rotación del año dos mil veinticinco parece que no habrá suspenso ni sorpresas de último momento.
Cabe celebrar esa anticipación, ya que la merecen quienes votaron la fórmula Yamanú Orsi-Carolina Cosse, lo merecen quienes acompañaron a Delgado-Ripoll y lo merecen hasta los que votaron en blanco… pues todos juntos integran –integramos- la opinión pública.
En una democracia republicana fuerte, la opinión pública tiene derecho a respirar y reflexionar con tiempo y espacio, de modo que pueda entender, valorar, aceptar o rechazar tal o cual nombre o tal o cual orientación que él conlleve.
Esa tarea no consiste en repasar lo que el designado hizo hasta ahora ni con qué dogmas políticos se movió. Esa prospección puede aportar datos, pero por encima de ella está la vieja verdad que condensó Víctor Frankl al observar –como psiquiatra y filósofo- que nunca puede saberse todo lo que se espera de una persona,
Esa verdad es universal. Y la hemos comprobado múltiples veces en el laboratorio político que es el Uruguay desde hace más de un siglo.
Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.