Ayer lunes, a las 9 de la mañana, el ferrocarril número 1921, que había partido de Tacuarembó y se dirigía a Rivera, sufrió un principio de incendio cuando estaba a doce kilómetros de su destino. Los 60 pasajeros que estaban en el tren fueron evacuados en medio del campo y quedaron abandonados a su suerte.

El que tenía como pagar un taxi, lo llamó por celular y viajó relativamente cómodo. Pero el que no tenía dinero ni tarjeta de crédito habilitada, se vio forzado a emprender una caminata de doce kilómetros bajo el rayo del sol.

La Unión Ferroviaria, sindicato de los trabajadores de AFE, emitió un duro comunicado acerca del incidente, al que considera un síntoma más del abandono que sufre el transporte vial de pasajeros.

El fuego fue extinguido antes de que llegara personal de Bomberos gracias al esfuerzo de los conductores y guardas, gracias a lo cual el coche pudo ser remolcado vacío hacia Rivera.

La Unión Ferroviaria emitió un comunicado en el que señala «el accionar insensible de las autoridades de AFE que no se hicieron cargo del traslado de los pasajeros, a sabiendas de las dificultades de acceso a la ruta que tienen los habitantes de la zona.

Para el sindicato, «este incidente es un eslabón más en la cadena de un desmantelamiento sostenido de la empresa pública y del servicio de pasajeros en nuestro país», y critica que no se ponga un centésimo «en mejorarle el servicio de trenes a nuestro pueblo».

Los trabajadores del sector señalan que resulta urgente invertir en la compra de coches motores nuevo que puedan sostener el servicio norteño entre Tacuarembó y Rivera y reclaman que se usen las vías del Ferrocarril Central, que hasta el momento solo usa UPM.

No hace falta ser gremialista del ferrocarril para saber que la queja y el reclamo de la Unión Ferroviaria está plenamente justificada.

Hace décadas que en el Uruguay vivimos de espaldas a la realidad de que el transporte ferroviaria es barato y cómodo si se lo atiende como corresponde.

Lo de ayer es un llamado de atención, frente al cual no debemos distraernos, si es verdad que queremos un Uruguay desarrollado.

Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.