Al anunciar la integración del equipo político y técnico que va a acompañar a Gabriel Oddone como titular del Ministerio de Economía y Finanzas, las autoridades entrantes señalaron que todavía no se les ha entregado información completa sobre el estado en que recibirán la economía.

A pesar de eso, hay, sí, una certidumbre que nadie discute: las finanzas están ordenadas, pero el déficit presupuestal y la deuda pública son mayores que las que afectaban al Uruguay el 1º de marzo de 2020,cuando el Dr. Tabaré Vazquez entregó el Poder Ejecutivo al Dr. Luis Lacalle Pou.

Igual ahora que entonces, ese déficit se compone de subrubros, que se miden en cifras sobre las cuales tejen conjeturas los economistas. Es bueno y necesario que así ocurra.

Pero hay capítulos enteros de la vida nacional que notoriamente son deficitarios y sin embargo no se miden ni se mencionan: son los déficits educacionales y culturales que acortan el horizonte de lasc personas y del país.

Es grande el privilegio de tener una educación Primaria y Secundaria laica, gratuita y obligatoria,. Es grande la ventaja de que la Universidad del Trabajo y la Universidad de la República estñen abiertas a todo el que apruebe los cursos previos, sin pruebas adicionales que limiten la admisión. Y es grande el beneficio de contar con una Universidad gratuita, al alcance de ricos y pobres. Todos esos son bienes y orgullos del Uruguay, pero desde hace décadas sabemos que esos bienes no bastan, porque nos consta a todos que hay grandes bolsones de ignorancia y hay palpables insuficiencias incluso en quienes completan carreras y obtienen títulos.

Esos déficits afectan el destino de personas y de grupos. Al final afectan el país entero, que vive por debajo de lo que puede y debe ser.

Por eso, no bastan los diagnósticos económicos. .

Además, y sobre todo, hay que encarar los déficits culturales y educativos que mantienen al Uruguay sin mística, sin entusiasmo y con el horizonte corto.

Hay que encarar, sí, las carencias que destrozan destinos por falta de una filosofía de vida que nos vigorice el espíritu con la luz y la energía que requiere un mundo cada vez más duro y amenazante.

Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.