El 29 de enero de 2019 falleció en Montevideo el Dr. Antonio Luis Mercader Urvoy. A seis años de su tránsito a la Eternidad, su nombre y sus valores no se han apagado, porque supo situarse y brillar en contextos exigentes, manteniendo siempre el buen criterio del hombre finamente labrado por dentro.
Con orígenes catalanes, Mercader nació en 1944 en Madrid. Llegado al Uruguay en la niñez, ingresó a la Escuela Brasil y nunca dejó de estudiar, aprender y pensar. Fue cronista, fue abogado, fue editorialista, fue dos veces Ministro de Educación y Cultura, fue Embajador ante la OEA.
Fue militante del Partido Nacional y como tal se pronuncio incontables veces, pero supo colocar a la Constitución por encima de las definiciones electorales.
Sentía y pensaba por cuenta propia, por lo cual encaraba cada tema pensando con sentimiento, con principios y con vocación de servicio, lo mismo como profesor de periodistas que como columnista de El País y como partícipe descollante en La Tertulia que dirige Emiliano Cotelo, donde siempre mostraba que sabía analizar, valorar y admirar..
Más aun: sabía inspirar. Por eso, Mercader supo enseñarle a su audiencia la dimensión de heroísmo que surge como respuesta a situaciones límites que apelan a lo sobrehumano que llevamos adentro. Por eso, sobre la tragedia que enfrentaron los sobrevivientes de la tragedia de los Andes afirmó con todo énfasis:
”El coraje, la inteligencia, la solidaridad, el don de la organización, el ingenio, el sentido de grupo, la fe y un apasionado amor por la vida fueron las razones de su salvación. Esto es lo que explica el «milagro de los Andes» y esto es lo que merece ser exaltado, especialmente ante las nuevas generaciones.”
Sí: a las nuevas generaciones hay que educarlas con nueva ciencia y nuevas tecnologías, pero sobre todo hay que enseñarles a responder con amor, energía y grandeza a los desafíos vitales.
Por haberlo proclamado así, el Dr. Antonio Mercader merece no sólo recuerdo personal y familiar, sino presencia espiritual en la reflexión activa que los uruguayos nos debemos a nosotros mismos.
Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.