Al final de su diálogo con el Presidente de Chile Gabriel Boric, el ex Presidente José Mujica hizo una afirmación que merece una profunda meditación, por encima de partidos e ideologías.
Dijo el señor Mujica: “No es plata lo que nos falta. Nos falta corazón, compasión, amor a la vida”.
Y tiene razón.
En Producto Bruto Interno, el Uruguay ha tenido un crecimiento visible. En capacidad de consumo, también: cada año se venden más automóviles Cero Kilómetro que en el año anterior. Hemos progresado en carreteras y puentes y marcamos índices positivos en múltiples temas… y sin embargo, la condición humana ha retrocedido a ojos vistas.
El narcotráfico vende su veneno al menudeo y también al menudeo asesina sin piedad a adultos, adolescentes y niños. Negocios visibles y reputados, como Conexión Ganadera, aparecen degradados a estafas de baja estofa.
Desde que las noticias económicas pasaron a primer plano, cundió la idea de que lo dinerario es lo único que importa, porque la plata manda. Tanto el socialismo como el capitalismo rinden culto a lo económico y sobre ese culto construyen las ideologías que predican.
Pero la criatura humana no es sólo un aparato material que se mueve por apetitos e intereses. Para ser realmente humanos, para ser personas, todos necesitamos ideas claras y nobles desde las cuales vivir y todos precisamos ideales a los cuales aspirar y a los cuales servir.
En eso, el Uruguay se ha empobrecido. Nos hemos acostumbrado demasiado a convivir con la miseria moral y material de los que duermen en la calle y hemos aceptado que la vida pública tenga diariamente más crónica policial que iniciativa política.
Por eso, sin ambages le damos la razón a la afirmación del ex Presidente Mujica: “No es plata lo que nos falta. Nos falta corazón, compasión, amor a la vida”.
Sí: nos falta recuperar la idealidad, como inspiración de ideas nobles y como fuerza de voluntad.
Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.