El ex fiscal de homicidios, Dr. Carlos Negro, designado como ministro del Interior en el gobierno que asumirá el primero de marzo, dijo que la guerra contra el narcotráfico “está perdida” y que hay que limitarse a intentar “controlar” el mercado de las drogas, porque “es tan lucrativo que hace que sea imposible su eliminación”.
Textualmente dijo: “Creo que el control del narcotráfico puede llevar a una disminución de la criminalidad. ¿Por qué digo “el control”? Porque el combate, esta guerra -esta forma de denominar la lucha contra el narcotráfico, como una lucha- está perdida. Lo que podemos hacer, y eso es evidencia, no estoy diciendo nada nuevo, es tratar de controlar un mercado que es tan lucrativo que hace que sea imposible su eliminación”.
Y agregó el futuro Ministro del Interior que el propósito de “controlar” “Intervenir de alguna forma en el mercado” (del narcotráfico), de forma si se quiere inteligente, para mostrar a las bandas más violentas” que “matar no es gratis”.
Estas declaraciones del Ministro entrante tienen base en una realidad: en el Uruguay, ha avanzado hasta el desastre el crimen de narcotráfico y, concretamente, el asesinato a mansalva por bandas que defienden feudos territoriales: el domingo pasado hubo una balacera en el Buceo, en la que resultó gravemente lesionado otro niño, de sólo 4 años. Y ayer hubo un nuevo asesinato en Cerro Norte.
Por tanto, no le tengamos miedo a las palabras: se ha venido perdiendo la guerra contra el narcotráfico, con episodios de gruesos calibre, como la fuga de Morabito y la entrega en Dubai del pasaporte para Marset, y con distorsión de la vida diaria no sólo de algunos barrios, sino de nuestra sociedad entera.
Eso sí: reconocer que hasta ahora se ha venido perdiendo, no nos autoriza a pensar que la guerra está perdida y que vamos a vivir dominados por la miseria moral de un tráfico que convierte a los humanos en zombis.
Hace falta, como pide el nuevo Ministro, aguzar la inteligencia y mejorar las estrategias.
Pero, sobre todo, hace falta mantener la lucidez en alto, no darnos por vencidos y no bajar la guardia, sosteniendo el valor de las personas y de la libertad, que está muy por encima de los errores y derrotas que nos han traído hasta acá.
Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.