En menos de siete semanas, el domingo 11 de mayo, nuestro país celebrará sus elecciones departamentales y municipales correspondientes al quinquenio que se inicia en este año 2025.
Como se sabe, el artículo 77 de la Constitución Nacional establece que las elecciones de los Intendentes, las Juntas Departamentales y las autoridades locales se realizará el segundo domingo del mes de mayo del año siguiente al de las elecciones nacionales y la norma en el Uruguay no se discute: se la obedece con puntualidad ejemplar.
Los comicios, como es habitual, se cumplirán simultáneamente en los 19 departamentos y los 127 municipios en que se reparte el poder administrativo de nuestra República..
En cada departamento se elegirá al Intendente y a los 31 ediles que marca la Constitución.
Por cada municipio, será electo un alcalde junto a 4 concejales.
Por lo tanto, en todo el país, se elegirán 19 intendentes, 589 ediles, 127 alcaldes y 508 concejales, cuyos mandatos durarán cinco años, hasta la próxima asunción, que se cumplirá en mayo de 2030.
La división político-administrativa del país se organiza en tres espacios territoriales de gobierno: nacional, departamental y municipal. Para tres millones de habitantes, 19 intendentes más 589 ediles significa sumar 608 autoridades municipales, lo cual implica una autoridad elegida por cada 5.600 habitantes, lo cual indica una fortísima capacidad de representación.
Ahora bien. Si se agregan 127 alcaldes y 508 concejales municipales, los gobernantes departamentales y distritales a elegir llegan a 635, los cuales, sumados a los 608 que ya computamos, llevan el total a 1.243. Y eso parece demasiado, para una organización política donde los ciudadanos piensan, a veces manifiestan y reclaman, pero no tienen participación auténtica en el bienestar del barrio, de la manzana o de la cuadra.
El 11 de abril –un mes antes de las elecciones- los partidos y las coaliciones empezarán su campaña oficial y en esa misma fecha vencerá el plazo para que presenten sus programas a la Corte Electoral.
Sería muy bueno que la propaganda de cada candidato y cada partido fuera la calidad de su programa de gestión, y no la crítica al adversario.
Porque el Uruguay entero necesita Gobiernos Departamentales que nos devuelvan alegría, sin zozobras, sin basura, sin malvivientes, sin drogadictos y sin angustias por la seguridad.
Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.