El Ministro de Economía y Finanzas habló ayer en el almuerzo de ADM, con la sala del Radisson desbordada de público.

Su mensaje era esperado con ansiedad, porque el economista Oddone –bien conocido en toda la República- iba a pronunciarse por primera vez como gobernante.

El interés que despertaba se vio plenamente justificado por los lineamientos que definió. Dotado de nítida claridad para exponer, no habló en difícil para quedar encerrado en él mismo. No habló para teorizadores, en el lenguaje algebraico de sus colegas.

(Gabriel Oddone es hijo de historiadores talentosos, que investigaban y ejercían la docencia para aclarar las mentes, no para enturbiarlas.)

Dejó claro que venimos de diez años con un crecimiento anual de 1 o 1 y medio por ciento, que es insuficiente para financiar el nivel nacional de gastos.

También dejó claro que para que el Uruguay crezca, hace falta que aumente la actividad privada. Tanto lo dejó en claro que al final de su exposición, se dirigió a los empresarios y les dijo sin ambages: “El papel de ustedes es arriesgarse a tomar las decisiones”

Con esas palabras se enfrentó a la vieja costumbre nacional de buscar siempre la seguridad, queriendo que la seguridad última la dé el Estado. Un lejano predecesor del Ministro Oddone, el Ingº Vegh Villegas, repetía que “los uruguayos le tienen aversión atávica al riesgo”… y tenía razón.

Por eso, el llamado a emprender es imperioso y hasta de orden público.

Un país, igual que una persona, progresa y se agranda venciendo los miedos y afrontando los obstáculos.

Esa forma de valentía civil nos hace falta para sacar cabeza y sobrevivir en un mundo inestable, que oscila entre la estupidez y la locura.

Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.