En Asamblea General realizada en esta semana, la Asociación de Magistrados Fiscales del Uruguay dispuso que sus asociados no soliciten detenciones ni allanamientos, salvo que se configuren “situaciones de riesgo inminente para la vida, la integridad física o derechos similares, como la libertad”-
La medida tiene el aspecto de un “paro de brazos caídos”, parcial pero trascendente. Lo que resolvieron los señores fiscales es no mandar prender a nadie, si no hay peligro de vida o libertad. No importa que se trate de un forajido redomado, un reincidente o un habitual del delito: ellos, los fiscales, siendo los funcionarios encargados de perseguir los delitos, decidieron firmar detenciones sólo cuando haya peligros inminentes.
Quiere decir que los magistrados encargados de gestionar el cumplimiento del Código Penal, protegiéndonos a todos, en estas horas tienen su servicio a media máquina, pues sólo están dispuestos a funcionar en los limitados casos en que se aprecie un riesgo extremo.
Adoptaron esa medida en respuesta a medidas de la Fiscal de Corte, Dra. Mónica Ferrero, tales como no pagar más las subrogaciones o suplencias que cumplen los fiscales adscriptos, limitar el derecho a la lactancia de las magistradas que son madres y prohibirles a los fiscales tomar licencia durante su turno,
Sobre cada uno de estos temas podrá opinarse que los fiscales tienen razón o no, y podrá buscarse caminos para el entendimiento entre las distintas posiciones, dilucidando las diferencias mediante el diálogo. Pero lo que no parece opinable es que la paralización de las Fiscalías, aun cuando sea parcial, no le hace ningún bien al servicio, que cada poco tiempo aparece públicamente en entredicho.
El Estado de Derecho necesita que los jueces y los fiscales estén firmes en sus puestos y que en todo momento se sientan libres para ejercer la totalidad de sus atribuciones, sin rebanarlas ni paralizarlas por motivos personales, gremiales ni políticos.
El Estado de Derecho lo necesita particularmente en estos tiempos, en que la seguridad pública es tema de primera prioridad.
Y lo necesitamos cada uno de nosotros, para que no siga retrocediendo la garantía penal de nuestros derechos como individuos y como sociedad
Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.