Tras perder reservas en su Banco Central y contraer una nueva deuda con el Fondo Monetario Internacional, el gobierno argentino, el lunes, dejó sin efecto la mayor parte de las restricciones que afectaban la libre circulación del dólar. En su lenguaje, levantó el cepo, con lo cual consiguió una victoria económica que festejó como una victoria política.

El dólar es la mercadería más apetecida por gran parte de los argentinos. Por tanto, fue un éxito real haberlo liberarlo sin sobresaltos, al punto de que, en el mercado libre, su precio no subió: ¡bajó!

Ese logro es aplaudido por los economistas, que consideran un avance que en la Argentina el dólar tenga un solo valor, tal como ocurre en el Uruguay desde hace 40 años.

Dolorosamente, Javier Milei celebró su éxito cambiario con su amigo Alejandro Fantino, que le entregó cuatro horas y media de streaming, que el Presidente argentino aprovechó para introducir ataques a los periodistas, calificándolos de “ensobrados” y “basuras”.

A un escritor independiente -laureado en la Argentina, en América y en España, al señor Jorge Fernández Díaz –editorialista de La Nación- lo apostrofó de “impresentable, mentiroso y repugnante”. Al consagrado analista que es Carlos Pagni –también de La Nación- y al valioso pensador que es Alfredo Leuco, quien escribe en Clarín, les aplicó adjetivos bajos, deslizando un lenguaje intestinal -intolerable en un gobernante.

Curiosamente, los tres agraviados fueron periodistas que combatieron la corrupción de los gobiernos kirchneristas, sobre cuyas ruinas montó Milei su victoria electoral del año 2023.

Ante este atropello contra la libertad de prensa –que no es el primero de la era Milei-, el Foro del Periodismo Argentino reclamó al gobierno argentino que respete “el disenso y la crítica”, y le pidió al Presidente que deje de usar un lenguaje soez que es “incompatible con su investidura”, ya que “El periodismo puede y debe ser cuestionado, discutido y analizado, pero nunca desde la descalificación personal ni desde un poder que busca acallar con agravios” porque La libertad de prensa no es un privilegio, es una garantía para toda la ciudadanía.”

La libertad de prensa es la clave mayor del sistema democrático-republicano. La lucha por la libertad de prensa solidariza y hermana a las naciones del Río de la Plata, forjadas por hombres libres que -por encima de partidos- enseñaron a pensar con criterio propio desde la prensa, la radio y la televisión

Por eso, no debe pasarse por alto la intolerancia insultante hacia el periodismo, de un Presidente que se hace llamar libertario.

Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.