La fecha 1º de Mayo se consagra mundialmente como Día de los Trabajadores, en homenaje a los huelguistas de Chicago que se alzaron contra sus empleadores, en reclamo de mejor salario y limitación de la jornada laboral,
Es fecha conmemorativa de un episodio mayor de la historia de las luchas sindicales. (Singularmente, se consagra el 1º de Mayo como feriado en la generalidad de los países occidentales, pero no es feriado ni es Día de los Trabajadores en Estados Unidos, que fue donde, el 1º de Mayo de 1886, se perpetró en Chicago la matanza de huelguistas que se evoca con el rótulo de Día de los Trabajadores.)
Para nuestro Uruguay, el 1º de Mayo es un feriado que tiene sello propio.
Es fecha fija de concentración gremial, en la cual PIT-CNT plantea sus críticas, sus reclamos y sus rumbos. Una singularidad de nuestro país es que al mitin central acude el Ministro de Trabajo y Seguridad Social, y escucha personalmente críticas y reclamos, en un ejemplo de respeto y convivencia, cuyas raíces se remontan al Uruguay de 1950.
Al mismo tiempo, es fecha de exaltación del compañerismo a través del encuentro en torno al asado de camaradería y de familia, del 1º de Mayo, que se ha hecho tradicional en la vida nacional.
Pero por encima de la manera que cada uno tiene de celebrar el Día de los Trabajadores, se alza la necesidad de encarar una meditación profunda sobre el significado del trabajo, como expresión de la persona, como espacio para la siembra, como vocación y como destino.
Trabajar es encontrarse consigo mismo, porque el trabajo nos hace crecer como individuos, al disciplinarnos para las rutinas y al inspirarnos para el aprendizaje y la superación.
Y trabajar es encontrarse con el prójimo, no sólo en la relación obrero-patronal con su contraposición de intereses, sino en todo lo profundamente humano que tenemos en común-
En este año 2025, en el mundo –y también en el Uruguay- se vive un nuevo empuje de las máquinas reemplazando a la persona, repitiendo con informática –ahora llamada Inteligencia Artificial- la amenaza al empleo que hace dos siglos empezó a dejar sin trabajo a las hilanderas de Gran Bretaña, que respondieron con el primer gran sabotaje de la historia sindical.
Puesto que hoy asistimos al reemplazo de la persona en la vigilancia de los edificios, en las cajas de los supermercados, en trámites bancarios y en múltiples rubros más, debemos prepararnos para dialogar y construir coincidencias que salven a las personas por encima de las máquinas.
Y eso requiere que las personas nos entendamos por sentimientos y razones, en vez de contraponernos por bajezas, pasiones e intereses.
Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.