La vicepresidenta de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Alejandra Koch, presentó su renuncia a la Ministra de Transporte y Obras Públicas, Lucía Etcheverry.
Dimitió, después de dialogar directamente con la Ministra, quien le solicitó que renunciara, al cabo de dos semanas en las cuales se hizo público que, debutando en el Directorio de la ANP, había votado un ascenso y un aumento de sueldo a su cónyuge y había beneficiado a su grupo íntimo de colaboradores.
La señora Koch es funcionaria de carrera del Puerto desde el año 1982. Ocupó cargos como subgerenta del Sistema Nacional de Puertos y jefa de la División de Recursos Materiales y Servicios. Desde 2020, integró el Directorio de la ANP como representante del Frente Amplio, y fue designada Vicepresidenta al iniciarse el gobierno del Prof. Yamandú Orsi.
Obligada a dejar la Vicepresidencia del Directorio, ahora regresará a desempeñar el cargo que reservó, de acuerdo a las disposiciones vigentes.
Aplaudimos la actitud del Poder Ejecutivo. Aplaudimos que se le haya pedido que no siguiera en una función en la cual lo primero que hizo fue favorecer a su pareja.
Si hubiera continuado en el cargo, se habrían ofendido los más caros principios de una administración transparente y habría quedado a la vista una tolerancia inadmisible, a beneficio de los intereses espurios del nepotismo y de la desviación de poder.
Para que el Uruguay sea un Estado de Derecho, hace falta que el Derecho rija y mande por encima de las amistades, los parentescos y las afinidades políticas.
Por eso, aplaudimos la decisión de apartar a la señora Koch del Directorio en el cual debutó con una transgresión impresentable.
Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.