Irán lanzó en la noche del sábado su respuesta al reciente ataque de Israel contra un consulado de la República Islámica en Siria.
El episodio fue un paso más –y grave- en las escaladas bélicas de Medio Oriente, que ya no tienen como protagonistas únicamente a Israel y el terrorismo de Hamas, sino que abarca, en una u otra medida, a todas las naciones de la región.
Irán anunció que iba a mandar 300 aviones no tripulados, y cumplió. Israel anunció que iba a protegerse derribando los drones antes que llegaran al cielo israelí, y también cumplió.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió extraordinariamente ayer domingo y encareció a las partes no seguir con nuevas represalias. El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, fue enfático cuando dijo “Es hora de dar un paso atrás.” Y agregó:
“Es vital evitar cualquier acción que pueda conducir a grandes enfrentamientos militares en múltiples frentes en Oriente Próximo. Los civiles ya están llevando la peor parte y pagando el precio más alto. Tenemos la responsabilidad compartida de implicar activamente a todas las partes para evitar una nueva escalada. Como establece la Declaración de Relaciones Amistosas de 1970, los actos de represalia que impliquen el uso de la fuerza están prohibidos por el Derecho Internacional. Tenemos la responsabilidad compartida de garantizar un alto el fuego humanitario inmediato en Gaza, la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes y el suministro sin trabas de ayuda humanitaria. Tenemos la responsabilidad compartida de poner fin a la violencia en la Cisjordania ocupada, reducir la tensión a lo largo de la Línea Azul y restablecer la seguridad de la navegación en el Mar Rojo. Tenemos la responsabilidad compartida de trabajar por la paz.”
Estas palabras del activo Secretario General de las Naciones Unidas reflejan los sentimientos pacifistas de los pueblos civilizados del mundo. Al declarar que “Ni la región ni el mundo pueden permitirse más guerras”, el señor Antonio Guterres expresa los mejores estremecimientos del pueblo uruguayo, empeñado en seguir siendo amante del Derecho y la paz aun si el mundo aparece subvertido y desorientado.
Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.