EDITORIAL 458
lunes 23.06.25
Sobre el bombardeo de Estados Unidos a las bases nucleares existentes en Irán, en su edición de hoy sintetiza muy bien EL PAÏS de Madrid:
“El ataque estadounidense en Irán no solo ha destruido ampliamente las instalaciones nucleares del régimen teocrático. También ha reventado los esfuerzos diplomáticos liderados por una Europa que se ha quedado bastante sola —y visiblemente marginada— en sus intentos de no incendiar más aún Oriente Próximo mediante la búsqueda de una salida negociada al nuevo foco bélico desatado en la región.”
Cuando el mundo entero estaba exhausto por el conflicto entre Israel, el terrorismo de Hamas y el pueblo palestino de la franja de Gaza, el ataque a Irán iniciado por Israel y enardecido por Estados Unidos deja al mundo sin aliento y con la respiración contenida.
El populista Trump, que se hizo votar prometiendo hacer la paz en pocas semanas, se ha lanzado a una aventura bélica cuyas consecuencias pueden ser desastrosas para el destino inmediatísimo de la humanidad.
Hace décadas que el mundo viene soportando guerras parciales, localizadas, que no por limitadas dejan de ensangrentar, herir y matar.
Eso, que ya era una desgracia enorme, se ve acrecentado por la aparición de guerras sin fin, entre Ucrania y Rusia… y entre Israel y Gaza. Agregar a eso un ataque de Estados Unidos a Irán es patéticamente incendiario.
La vocación pacifista de nuestro Uruguay y el sentimiento fraternal humanitario que vibra en nuestro pueblo deben mantenernos a distancia de estas brutalidades, deplorando las matanzas y las guerras.
Y deben confirmarnos en la vocación por sostener la cultura nacional de hermandad y tolerancia, que se horroriza ante la siembra de indiferencia y muerte que viene asolando al mundo y que debemos atajar para que no nos contagie más que lo que ya sufrimos en la guerra con las drogas y el narcotráfico.
Si ni la Unión Europea ni la ONU han impedido estas desgracias, hagamos que todo uruguayo consciente se sienta comprometido con la paz y sienta como propias las amenazas que se ciernen sobre la criatura humana.
Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.