Falleció ayer, a la edad de 68, la señora Miryam Mazzuco Vázquez. Trabajó toda su vida como ayudante de maestra en la Escuela Especializada número 200, que desde su bastión del Prado es modelo y ejemplo nacional en la dedicación pedagógica a los niños con discapacidad motriz.
Allí siempre hubo niños que por sus enfermedades congénitas necesitaron a los maestros y los auxiliares para la mayoría de sus actividades de aprendizaje. Y a ese servicio de apoyo educativos, guía y compañía se consagró la ejemplar funcionaria que fue Miryam Mazzucco, madre y abuela amantísima que, desde la modestia de su puesto de auxiliar, encarnó el principio esencial de todo esfuerzo educativo: el amor a la criatura humana y la fe en su capacidad para labrarse un destino superior, incluso a partir de limitaciones físicas, materiales o intelectuales.
Radio Clarín valora el esfuerzo anónimo de quienes sostienen al Uruguay con una entrega que no figura en las crónicas ni en las redes. En la despedida a Miryam Mazzucco, educadora nata, rendimos el homenaje que merecen las y los ciudadanos anónimos que cumplen su deber, a partir de ideas, filosofías o religiones que son diferentes, pero se unifican en el mandamiento supremo del amor al prójimo. Son personas que recibieron valores, los cultivaron, los transmitieron y seguirán inspirándonos con su admirable ejemplo, que merece eco y no silencio.
En las últimas décadas, la vida apurada y meramente funcional nos han empobrecido el diálogo, nos han silenciado las admiraciones profundas y nos han amordazado los sentimientos. Los velatorios exprés, la despedida sin oratoria y la ausencia de evocaciones “in memoriam” han tejido una densa malla de silencio que aprisiona al espíritu público en una cruza de materialismo e inmediatismo que nos hace juzgar al achique en la vida y ante la muerte.
Para defendernos de eso, debemos levantar las mejores tradiciones del arte y de la filosofía. Y siempre que llega a nuestros oídos el final de vida ejemplares, debemos hacer una pausa, una reverencia o una meditación, recordando que el tránsito hacia la muerte es un diálogo entre lo efímero y lo Eterno y reverenciando a quienes, como la educadora Miryam Mazzuco, son modelos de vida cuya memoria debe fundirse con la estela de los mejores, e inspirar a las nuevas generaciones.
Cuando tantos buscan el auxilio de la psiquiatría para buscarle un sentido a sus vidas, y cuando tantos sucumben en esa búsqueda, debemos rescatar el mensaje de las vidas plenas, que, en un mundo desorientado, reivindican la condición humana.
Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.