En su edición de esta semana, Búsqueda incluye un título deportivo que debe preocuparnos más allá de las camisetas y más allá del deporte mismo.
Informa ese título: “Los dirigentes de Nacional aseguran que ya no lidian con barras bravas, sino con mafias organizadas”.
Al desarrollar la noticia, el semanario de los jueves relata lo siguiente:
“La situación en La Banda del Parque -la barra brava del Club Nacional de Football- se complejizó en el último año. En agosto de 2024, uno de sus líderes, Alan Lorenzo, fue enviado a prisión en Argentina por integrar una banda que intentó robar un banco en Buenos Aires. Por el mismo hecho, también quedó encarcelado en ese país Carlos Cazenave, otro de los jefes de la barra. Tras ambas detenciones, el mando de la hinchada pasó exclusivamente a Carlos Abella, conocido como Damián, quien formaba un triunvirato con Lorenzo y Cazenave. Sin ellos, enfrentó el avance de nuevas facciones: La Sub 21, Los Pibes del Skey y Lucas Píriz, principalmente. Para contener su crecimiento, a Abella se incorporó otra persona, recientemente liberada de prisión.”
Hasta aquí lo publicado por Búsqueda. La crónica contiene nombres, vincula cabecillas con delitos y relaciona a las barras bravas con mafias organizadas, justificando el título de la crónica: un título que es muy duro pero que propiamente no puede sorprendernos, pues hace largos años que hemos visto degradarse los alrededores del fútbol profesional, con picos de violencia y saña que han provocado mutilaciones y asesinatos.
En el Uruguay que pasea orgulloso sus virtudes de país democrático, estamos siendo demasiado indulgentes con grupos de poder organizados para delinquir. Como personas y como sociedad, hemos bajado la guardia y hemos consentido demasiado convivir con los enemigos de la persona, de la sociedad y del Derecho.
A la vista de los resultados, es hora de llamar las cosas por su nombre y recordar que, si queremos ser libres y dignos, merecemos y necesitamos fútbol limpio, sociedad limpia y vida limpia. Lo contrario nos embadurna el presente y el porvenir.
Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.