Mañana, 18 de julio, se cumplirán 30 años del ataque terrorista que lanzó un coche bomba contra el edificio bonaerense de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).

En aquel fatídico lunes 18 de julio de 1994 murieron 85 personas y quedaron 300 heridos.

Fue el acto terrorista más grande de la historia del Río de la Plata, al haber arrojado el cuádruplo de las 22 víctimas del atentado contra la Embajada de Israel en Buenos Aires, perpetrado dos años antes.

Fue también el mayor ataque contra objetivos judíos ubicados fuera de Israel desde la Segunda Guerra Mundial.

En 2006 –cuando habían corrido 12 años desde la tragedia y ya siendo Presidente Néstor Kirchner- la fiscalía argentina, con el apoyo de servicios israelíes y estadounidenses, acusó formalmente, al gobierno de Irán por planificar el atentado y señaló al partido libanés Hezbolá como el ejecutor.

A pesar de que entonces pareció que todo estaba aclarado, han corrido DIECIOCHO AÑOS MÁS sin que nadie pagara con cárcel la infamia perpetrada, totalizándose treinta años.

En esas tres décadas hubo cabildeos, memorándums internacionales, acusación de encubrimiento a la viuda de Kirchner y hasta ocurrió el canallesco asesinato del Fiscal Nisman, pero lo real es que el mayor delito masivo cometido en nuestra región durante el siglo XX sigue sin que sus autores hayan sido condenados.

En la conmemoración a cumplirse en esta víspera estará presente el Dr. Luis Alberto Lacalle. Lo hará en su calidad de Jefe de Estado. Como tal ha de representar a la nación uruguaya entera. Y en verdad, esta es una de las misiones donde al actual primer mandatario interpreta los sentimientos unánimes de nuestro pueblo.

En el Uruguay, país que conoció la guerra interna y ha sabido reconciliarse en paz, nadie en su sano juicio puede apoyar la atrocidad ocurrida hace 30 años en la AMIA.

Por lo cual, esta vez nuestro Presidente de la República no viaja solo. Lo acompaña el alma pacifista de los orientales, habituada a ser solidaria con las víctimas y a volver a creer en los bienes de la libertad y la fraternidad.

Así lo siente y así lo afirma Radio Clarín.